Opinión. El buscador imperfecto.

La web, según datos de World Wide Web Size, tiene más o menos 1.750 millones de páginas. Es un número bastante variable, que cambia cada día. Miles de páginas nuevas son creadas cada día, mientras que otras tantas se destruyen. Los buscadores actuales, con su intención de indexar la web para ofrecernos búsquedas fiables, tienen que llevar a cabo una tarea titánica de indexación y catalogación. ¿Pero hasta que punto son fiables los resultados ofrecidos?

Un poco de historia

Cuándo la Web era joven, y no existían tantas páginas, los buscadores no eran más que directorios de páginas web. Más o menos como una guía de teléfonos. El problema de estos buscadores era que no diferenciaban páginas entre páginas buenas y páginas malas. Con buenas páginas, me refiero a la calidad del contenido. Todas eran iguales.Y al ser todas iguales los resultados no siempre eran los mejores.

Fue entonces cuándo Google revolucionó el mundo de los buscadores. Y fue con una idea tan sencilla como efectiva: si una página tiene muchos enlaces entrantes, seguramente es porque es una página que merece la pena visitar. Es algo que tiene mucho sentido. Cuándo una página va creciendo en popularidad, va obteniendo enlaces de otras páginas. Simplemente contando este número, podremos hacernos una idea de lo buena qué es la página.

Y entonces apareció el SEO

El SEO o Search Engine Optimization es una de esas nuevas disciplinas que ha aparecido con internet. Si existen buscadores que catalogan los resultados y los ordenan por calidad, seguramente existen maneras de hacer que nuestras páginas sean consideradas páginas de calidad. O al menos que parezcan mejores de lo que en realidad son. Y es ahí dónde entra el SEO.

Expertos en buscadores se encargan de analizar cómo funcionan sus algoritmos, de manera que puedan ofrecer consejos (generalmente cobrando) para mejorar la posición dentro de los resultados de búsqueda, de las páginas web de sus clientes.

En definitiva los expertos en SEO, son los asesores fiscales de la web. Tú los contratas y ellos te dicen la mejor manera de optimizar tu economía para que pagues menos impuestos. Y para eso hay opciones legales y opciones al margen de la ley. Con el SEO sucede lo mismo. Hay prácticas que respetan las reglas impuestas por los buscadores y hay prácticas que no. Depende de cada uno qué método utilizar. Lo malo de ir en contra de las leyes es que cuándo te pillan, se te puede caer el pelo. Al menos hablando de buscadores.

Y ahora la reflexión personal

En mi opinión, considero que los resultados devueltos por un buscador son imperfectos. Al estar los resultados de búsqueda influenciados por el SEO, no nos podemos fiar de que el contenido proporcionado sea el mejor. Cuándo hago una búsqueda, siempre me pregunto cuántas buenas páginas me estaré perdiendo. Hay que tener en cuenta que el primer resultado que aparece en el buscador se lleva más del 50 % de los clicks. El resto se lo reparten el resto de resultados de forma descendente. Y no son datos inventados. Podéis consultar el estudio realizado aquí. Quizá una página con un contenido excelente, está menos valorada que otra, simplemente porque no ha usado las palabras adecuadas, o porque no ha puesto los encabezados correctamente. Y por esa razón tan subjetiva, igual me estoy perdiendo ese excelente contenido.

¿Y cómo podemos llegar a obtener resultados perfectos? Bueno, si grandes empresas como Google o Microsoft no han dado con una idea mejor, quizá es que no la hay. Pero yo creo que los resultados mejorarían si los usuarios fueran los que decidieran si un resultado es bueno o no. Si yo busco por MongoDB tutorial en español, lo ideal sería que se me mostrasen las mejores páginas con ese contenido. Y para decidir si es el mejor contenido ¿qué mejor que la opinión de usuarios que han buscado lo mismo?

Es cierto que con ese método aparecerían nuevos tramposos. Empresas encargadas de hacer bots que opinan automáticamente o incluso personas que votan lo que se les dice a cambio de dinero. Pero ese sería otro problema con el que lidiar.

Lo que está claro es que el método con el que los buscadores ordenan los resultados no es el mejor. Aunque quizá solo sea el menos malo. Espero que no.



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