El mundo de la programación va muy deprisa. Nuevos lenguajes, nuevos frameworks o nuevos paradigmas. Si eres uno de esos programadores que intenta estar al día, seguro que has tenido la sensación de estar aprendiendo algo y ver como ese algo se está quedando obsoleto. Aunque no sea cierto, ya que normalmente esas tecnologías se usarán durante años, hay siempre hay algo nuevo que hace más ruido y eclipsa la anterior tecnología. Además esas tecnologías las utilizan los rockstar y nija developers, algo que todos querríamos ser, pero que muy poocos elegidos llegan a conseguir. Y entonces llega el agobio y el pensamiento “es que yo no soy tan bueno”.
El síndrome del impostor
Aunque ignoremos los hypes existentes en el sector, es fácil sentir el archiconocido síndrome del impostor. Este síndrome es un fenómeno psicológico por el que una persona no es capaz de aceptar sus logros (en este caso profesionales), sintiendo que es un impostor y que no debería estar dónde está, ya que no es tan bueno. Os pego aquí la definición exacta de este síndrome, que podéis leer en Wikipedia:
El síndrome del impostor, a veces llamado fenómeno del impostor o síndrome de fraude, es un fenómeno psicológico en el que la gente es incapaz de internalizar sus logros. No es una enfermedad mental oficialmente reconocida, y no se encuentra entre las condiciones descritas en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, pero ha sido el sujeto de numerosos libros y artículos por psicólogos y educadores. El término fue acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978.
A pesar de las evidencias externas de su competencia, aquellos con el síndrome permanecen convencidos de que son un fraude y no merecen el éxito que han conseguido. Las pruebas de éxito son rechazadas como pura suerte, coincidencia o como el resultado de hacer pensar a otros que son más inteligentes y competentes de lo que ellos creen ser.
Si te das un paseo por Twitter, verás que es algo que todos los programadores acaban sintiendo en algún momento, y que incluso algunos nunca superan.
No pienses en lo que te queda por saber, si no en lo que has aprendido
Creo que ya os he contado un poco mi historia alguna vez, y de como mi vida profesional seguramente sería diferente si hubiese tenido un mentor. Además de la universidad, desperdicié preciosos años de experiencia en empleos, en los que solo se chapuceaba y no se aprendía a ser buen programador. Al principio te crees que avanzas, pero cuando echas la vista atrás, ves que la mayoría de las cosas que sabes están cogidas con pinzas. Por suerte me di cuenta e intenté darle un cambio a mi vida profesional (años tarde por desgracia). Y ahí es cuando empecé a buscar trabajo en una empresa en la que aprender. El resultado fue descorazonador, porque al no poder demostrar experiencia seria en ciertos temas fundamentales, me rechazaron en varias entrevistas.
Ahí es cuándo más he sentido el síndrome del impostor, ya que me di cuenta que era un poco paquete. Te pasas unos cuantos años haciendo lo mismo, y al intentar buscar un trabajo donde aprender, descubres que la experiencia que tienes a la mayoría de las empresas les importa un pimimiento. Tú que tienes una carrera (cómo si eso marcara la diferencia) y un montón de conocimientos en tu bonito curriculum, no puedes aspirar al trabajo que te gustaría. Como mucho a otro parecido, cambiando Cárnica S.A por BitCárnica S.A.
Yo también me siento un impostor, ¿o no?
Y aunque es fácil pensar que uno “sufre” el síndrome del impostor, es posible que no sea así. Si lees detenidamente la definición de síndrome del impostor que he puesto antes, podrás ver que dice “una persona que no es capaz de internalizar sus logros” y no “un programador que no lo sabe todo”. No eres un impostor por no saberlo todo, porque eso es imposible. Incluso cuando crees que dominas algo, como un lenguaje de programación, surge algún problema que te hace ver que te queda mucho por saber. Pero eso no es el síndrome del impostor. Y tampoco es malo. Es lo normal. Así que todo se resume en:
- No tienes síndrome del impostor, simplemente es que te faltan conocimientos.
- Eso no es malo. Se cura estudiando y practicando.
Y ya está. Yo estoy contento si mañana soy un poquito mejor programador que hoy.. Eso quiere decir que voy por el buen camino. Probablemente nunca llegue a ser un rockstar developer, o un ninja developer, pero no pasa nada. Lo importante es echar la vista atrás y darte cuenta de lo que has mejorado. Y si lo has hecho bien, te sentirás mejor.
Así que dejémonos de angustiarnos por no saberlo todo y sigamos aprendiendo. Si no sabes algo, reconócelo, que no pasa nada. Seguro que hay montones de programadores que te pueden ayudar (y seguramente quieran hacerlo si se lo pides amablemente). No lo sabes todo, y nunca vas a saberlo. Deal with it.
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